Reflexión: "La triple discapacidad."

Es cierto, el papel de la mujer en el ámbito laboral recibe un reconocimiento menor al del hombre, sufriendo en multitud de ocasiones de discriminación. Además, podríamos afirmar que su participación en este mundo ha estado muy ligada a su lucha por alcanzar un estado de la igualdad en todos los niveles. Si tenemos en cuenta, que al hecho de ser mujer le sumamos ser una persona con diversidad funcional y/o extranjera, tenemos el cóctel perfecto para ser el blanco de abusos, maltrato o violaciones.  
 
Madero (2017), en su artículo La triple discriminación: migrante, con discapacidad y victima de violencia de género, expone la realidad que vive Raquel y otras muchas mujeres y la falta de protección ante situaciones críticas por el hecho de participar de unas circunstancias que les hacen más vulnerables a abusos tanto físicos como psicológicos. 

Pero, ¿Por qué discriminamos? Y, ¿qué consecuencias tiene?

Actualmente, vivimos en una sociedad laboral donde nos organizamos de forma piramidal. Es decir, cada puesto de trabajo tiene un superior y es superior a alguien, o no. Pero este sistema trata de no ser abusivo, por ello el Estado español ha creado una serie de leyes y derechos para todos los ciudadanos españoles con un puesto laboral. Aunque, ¿qué ocurre si no soy español? y ¿si no tengo papeles?
Aquí es donde surge el principal problema, porque sintiéndolo mucho, o no, has de ser invisible para el Estado, si no estás fuera. 
Además, aunque hoy en día cada vez encontramos mayor mercado laboral para las personas con diversidad funcional, este factor te hace más complicado participar de este sistema y si lo haces, puede que sea en condiciones psicológicas bastante precarias. 

Esta realidad es la ilustrada por Madrero (2019). 

Tras leer este artículo, considero que el hecho de ser mujer no te hace diferente al hombre, porque eres persona como ellos. Aquello que nos capacita y revaloriza en todos los ámbitos es nuestra formación, espíritu de superación, el desarrollo de estrategias organizativas, la capacidad para resolver problemas y sobre todo la humildad. En consecuencia, estas características no las aporta el género.

Por último, creo que las personas con diversidad funcional no ralentizan el trabajo de ninguna empresa. Al contrario, pueden cumplir con sus tareas al igual que cualquier otra persona, he incluso superar las capacidades de esta. En concreto las personas TEA, son muy eficientes en su trabajo y realizan labores tediosas y repetitivas mucho mejor que cualquier otro. Además, está demostrado que sus conocimientos en relación a temas de interés personal son mayores de lo que podemos llegar a imaginar y pueden ser muy útiles en su trabajo. 

Resultado de imagen de diversidad funcional


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